8 FORMAS SIMPLES DE PREVENIR EL ALZHEIMER
El origen del Alzheimer es todavía un misterio, por
lo que ésta y otras demencias no se pueden prevenir del todo. Sin embargo, sí
se sabe que hay unos pequeños gestos que podemos introducir en la rutina diaria
y pueden ayudar a retrasar de alguna forma el inicio de esta enfermedad de la
que se diagnostican cada año.
Según datos
de la Sociedad Española de Neurología, existen estudios que han llegado a
indicar que unos hábitos de vida saludables pueden reducir el 40% de los
casos de Alzheimer o retrasar la aparición de este. Ahí van algunos de
ellos:
- Regule el estrés. Está probado que el estrés
corroe a la mente y al cuerpo, produciendo una hormona que perjudica
al cerebro. La meditación, el yoga, el arte o la jardinería son sólo
algunas de las formas de controlar el estrés.
- Lo
que es bueno para su corazón es bueno para su cerebro: Uno de los factores de
riesgo sobre los que hay más evidencia son las enfermedades
cardiovasculares, como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y el
colesterol. Al ser patologías muy extendidas en las que el estilo de vida
tiene una incidencia directa, "hay que poner toda nuestra atención
para modificar estos factores a lo largo de los años", explica David
Pérez, jefe de Neurología del Hospital Infanta Cristina de Parla. Además,
hay que tener mucho cuidado con el tabaco, porque tal y como explica Pedro
Cano, responsable del Programa de Atención a Demencia en Sanitas, el
riesgo de demencia es un 45% más alto entre las personas fumadoras.
- El
pigmento en la cúrcuma que es lo que le da al curry el color amarillo,
puede también ayudar a romper a las “placas” que marcan al cerebro de los
enfermos de Alzheimer, hecho que sugieren las últimas investigaciones
efectuadas.
- ¡A
moverse!:
Está demostrado que mantenerse activo físicamente reduce la frecuencia
de demencias en general y de Alzheimer en particular. "No tenemos
que plantearnos grandes esfuerzos de gimnasio o maratones: caminar una
media hora al día a buen ritmo es una actividad física
extraordinaria", señala Cano a este periódico.
- Somos lo que comemos: La influencia de la alimentación sobre la incidencia del Alzheimer ha sido muy poco estudiada. No obstante, se han concedido propiedades protectoras contra la demencia a alimentos como las manzanas, las fresas, la zanahorias, los cítricos, el brócoli, la calabaza, las uvas, los tomates, el pescado y las legumbres.
- Evite el mercurio. Muhos pescados están
contaminados con mercurio, por eso, conozca cuáles son los pescados
seguros y libres de mercurio. Muchas veces, las vacunas son otra causa de
toxicidad por causa del mercurio.
- Ejercite
su cerebro o lo perderá: Una buena actividad mental está relacionada
con una menor disminución del hipocampo, una parte del cerebro fundamental
para la memoria que suele ser la primera en verse afectada por la
enfermedad de Alzheimer. "En teoría, quienes han estimulado más su
mente tienen menos posibilidades de presentar demencia, y si la tuvieran,
ésta aparecería más tarde", cuenta Pérez. Para ello, los trucos ya
son conocidos: aprender idiomas, tocar un instrumento, hacer sudokus
y crucigramas, leer... "Es importante concienciar a la gente de
que no sólo hay que mantener el cuerpo sano, sino también la mente",
explica Luis García, psicólogo de la Fundación Alzheimer.
- Desafíe a su mente todos los
días. Las
investigaciones sugieren que la estimulación mental, hablar dos lenguas,
viajar, hacer puzzles, y aprender a tocar un instrumento son buenas formas
de combatir la demencia senil precoz y el Alzheimer. Aprenda algo
nuevo todos los días, aunque sólo sea un número de teléfono o una palabra.
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