Lo que dicen tus ojos de tí
Tener unos ojos sanos y bellos es la conclusión de una serie de elementos no sólo físicos sino mentales y espirituales. Sabemos que la mirada de las personas dicta en gran parte la personalidad de esa persona y, si somos observadores y desarrollamos el arte de conocer a las personas a través de sus ojos, encontraremos que los llamados “espejos del alma” son en verdad una clara y exacta radiografía del interior del ser humano la cual, por medio de los rasgos y actitudes visuales que han adquirido y adoptado los ojos a través del tiempo, se puede concluir de forma muy exacta la historia mental y espiritual del individuo.
Los ojos saltones:
Por ejemplo, denotan un
carácter de profunda tensión o miedo. Unos ojos así hablan de una persona que
ha estado en constante tensión, alerta, cuidándose de ser lastimada o agredida.
Las personas con los ojos saltones por lo general
tienen mucha actividad mental, son fervientes intelectuales, y por lo tanto
sufren a menudo de las consecuencias del agotamiento mental como lo son el
insomnio, la propensión a infecciones, ansiedad, nerviosismo y desconfianza.
Los ojos con muchas arrugas alrededor (patas
de gallo):
Denotan un carácter más bien
disconforme con la vida. Fruncir el entrecejo no es provocado precisamente por
pensamientos agradables y convenientes. Tú observa los gestos de tus ojos
cuando discutes o cuando no estás contenta o satisfecha con algo. Evitar las
arrugas de los ojos podría ser muy fácil si se hace consciencia de cómo la cara
se tensa muy a menudo por diversas situaciones que son ocasionadas por un
carácter un tanto inflexible que tiende a tener actitudes más de víctima que
creativas.
Ojos de mirada evasiva:
Siendo que el contacto ocular
es una de las formas de contacto más íntimas entre dos seres humanos (más que
la verbal) se considera un contacto muy profundo e íntimo. La timidez, la
desconfianza y la culpa son los motivos por lo que uno no establece un contacto
visual directo y seguro con quien se relaciona; quien siente que no es
suficientemente bueno o se rechaza constantemente, evitará establecer un
contacto visual. Esta actitud sucede cuando uno no profundiza en lo que siente
y piensa, por lo que no siente seguridad de relacionarse.
Ojos
de expresión distante y vacía:
Los ojos inexpresivos denotan
un carácter realmente desconectado de lo que siente. Exagerando un poco,
si observamos las miradas de la gente que padece algún tipo de locura, veremos
una mirada realmente desconectada del mundo. La incapacidad de
relacionarse con las emociones y sensaciones de la vida real conduce a este tipo
de mirada.
Ojos de párpados caídos:
Basta con establecer contacto
con este tipo de ojos para que sintamos una súplica de amor y apoyo. Uno puede
enmascarar su necesidad o dependencia afectiva tras una independencia, pero los
ojos “no mentirán”.
Mirada dominante y tensa:
Este tipo de mirada
pertenece a aquellas personas con una necesidad de dominar y controlar
todo. Estas actitudes denotan un carácter, en el fondo, frustrado en el nivel
sentimental. Es por eso que ha este tipo de personas no les interesa lo que
sucede a su alrededor ni lo que sienten las personas con las que se relacionan;
ven las cosas de un modo muy racional, eliminando el sentimiento, y la dureza
con que miran es su defensa para no establecer un contacto sentimental por ser
este su punto débil.
Ojos opacos, sin brillo, sin vida:
La falta de satisfacción y
realización personal son parte del carácter de unos ojos que expresan un estado
profundo de soledad e infelicidad. La resignación por aceptar la vida de una
forma que no satisface, es uno de os rasgos de carácter de una mirada así.
Ojos tensos, con venitas rojas evidentes:
Un profundo dolor emocional
que puede llevar a actitudes de exagerada tensión, insomnio, ansiedad, soledad,
etcétera, provocan dicha expresión ocular. El hígado está muy
estrechamente relacionado con los ojos; cuando este falla, los ojos lo delatan
de inmediato. Cuando hay tensión y dolor emocional, hay exagerada
producción de bilis.
Fuente: biomanantial.com
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